Mantener la hora del sistema sincronizada es fundamental en cualquier servidor Linux. En RHEL 9.4, la sincronización horaria se gestiona a través de chrony, que reemplaza al clásico ntpd. Chrony ofrece mejor precisión y soporte en entornos con conexiones intermitentes, como máquinas virtuales o equipos portátiles.
1. Verificar si chrony está instalado
RHEL 9.4 trae chrony por defecto. Puedes comprobarlo con:
rpm -q chrony
Si no está instalado:
sudo dnf install -y chrony
2. Habilitar y arrancar el servicio
sudo systemctl enable --now chronyd
Verifica que esté activo:
systemctl status chronyd
3. Configurar servidores NTP
El archivo de configuración principal está en:
/etc/chrony.conf
Dentro encontrarás líneas como:
pool 2.rhel.pool.ntp.org iburst
Puedes reemplazar o añadir servidores NTP de confianza, por ejemplo:
server 0.pool.ntp.org iburst
server 1.pool.ntp.org iburst
El parámetro iburst acelera la sincronización inicial.
Tras los cambios:
sudo systemctl restart chronyd
4. Verificar sincronización
Para comprobar el estado:
chronyc tracking
Para ver los servidores configurados:
chronyc sources -v
5. Sincronización manual puntual (opcional)
Si necesitas forzar la sincronización de inmediato:
sudo chronyc makestep
Conclusión
En RHEL 9.4, la forma recomendada de mantener la hora sincronizada es mediante chrony. Con unos pocos pasos puedes configurar tus propios servidores NTP y asegurar que tus sistemas tengan siempre la hora correcta, algo esencial para registros de auditoría, autenticación y servicios en red.